I. Finalizó la Convención Demócrata en Chicago. La reunión con la que el partido ha consolidado a Kamala Harris -actual vicepresidenta- como su candidata a la presidencia y lanzar una imagen de unidad. Aunque se trata de un éxito, la cita fue opacada por las protestas por la guerra en Gaza. La Convención Demócrata -como la Republicana que aun no fue- son citas obligatorias en años electorales en Estados Unidos. Allí se formaliza la candidatura a la presidencia y vicepresidencia, ya que es cuando los delegados estatales del partido nominan formalmente a sus candidatos. Como se imaginará, la de 2024 giró en torno a Kamala Harris y su recién escogido compañero de carrera, Tim Waltz, actual gobernador de Minnesota. Aunque ya han iniciado la campaña electoral, esto supone el pistoletazo de salida para la recta final hasta noviembre.
La Convención comenzó este lunes y contó con la participación de grandes figuras del Partido Demócrata como los Obama o los Clinton, pero también de figuras más jóvenes y escoradas a la izquierda como Alexandria Ocasio-Cortez. Por supuesto no serán de la partida los Kennedy ya que Robert -hijo del asesinado Bob Kennedy y sobrino del también asesinado en ejercicio de la Presidencia, John Fitzgerald- estuvo decidido a formar su propio partido y al no lograr la cantidad de afiliaciones necesarias, definió volcar su apoyo a Donald Trump. El inicio lo marcó el turno de Joe Biden, con una intervención que sirvió para celebrar su legado y pasar la antorcha a Harris.
Mientras el recinto era cálido y por la temperatura veraniega, afuera del recinto de la Convención, decenas de personas se congregaron para protestar por los ataques de Israel en Gaza y ardió por momentos, ya que se vivieron situaciones de tensión al tratar traspasar la barrera policial, que han dejado varios detenidos.
II. Con todo, los demócratas siguen teniendo retos por delante. Las protestas a las afueras de la Convención lo demuestran: Gaza sigue siendo el elefante en la habitación. Kamala Harris se ha distanciado sutilmente de la línea de Biden, con una postura más crítica hacia Israel, pero todavía no ha definido una política clara en esta crisis. El fracaso de un alto al fuego en Gaza y, sobre todo, la escalada del conflicto en el resto de la región, podrían complicar las perspectivas de Harris si busca ganarse el apoyo de los sectores más progresistas y críticos.
La hoy vicepresidenta selló la nominación presidencial demócrata con un discurso musculoso, en el que expuso amplios principios de política exterior y marcó agudos contrastes con su rival, el republicano Donald Trump, cuando quedan 11 semanas en la carrera por la Casa Blanca. Harris, de 59 años, prometió ser una presidenta «realista» y «práctica» para todos los estadounidenses, en el marco de su lucha contra Trump, de 78 años, en una campaña muy reñida.
«En la eterna lucha entre la democracia y la tiranía, sé cuál es mi posición y cuál es el lugar de Estados Unidos», dijo el jueves, acusando a Trump de doblegarse ante los dictadores. Prometió respaldar a la OTAN, a Ucrania y «hacer frente a la agresión de Putin», en referencia al presidente ruso.
III. Fue un discurso contundente para una candidata que, durante su breve campaña, aún no había articulado gran parte de su visión para el país. Harris se ha enfrentado a un torrente de ataques personales por parte de Trump, que la ha calificado de débil en la escena internacional. Tras días de protestas de los partidarios palestinos, decepcionados por no haber conseguido un turno de palabra en la convención, Harris se comprometió a asegurar Israel, traer a los rehenes de Gaza a casa y poner fin a la guerra en el enclave palestino.
«Ahora es el momento de llegar a un acuerdo sobre los rehenes y un alto el fuego», dijo entre vítores. «Y que quede claro, siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse y siempre me aseguraré de que Israel tenga la capacidad de defenderse». Asimismo, afirmó que quería poner fin a la guerra de forma que se garantice la seguridad de Israel y se permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la autodeterminación.
Harris dijo que tomará cualquier acción que sea necesaria para defender los intereses de Estados Unidos contra Irán y dijo que los tiranos y dictadores, incluido el norcoreano Kim Jong Un, «están alentando a Trump».
IV. Aunque Harris consiga salir reforzada de la cita, tendrá que mantener esa fuerza de campaña las próximas semanas, donde la situación en Oriente Próximo seguirá presente. Su siguiente gran cita será el debate televisado con Trump, el 10 de septiembre, en el que tendrá que afrontar sus ataques en los dos temas más importantes de las elecciones: la política económica y migratoria.
Es poco probable que las protestas que rodean la Convención vayan a más o se repitan escenas de violencia policial como las de la de 1968 también en Chicago, en la que miles de activistas y manifestantes fueron apaleados por protestar contra la guerra de Vietnam.
De tener éxito y ganar las elecciones que se realizan históricamente el primer martes después del primer lunes de noviembre -este año será el 5- Harris se convertirá en la primera mujer elegida presidenta de Estados Unidos el 5 de noviembre.