En medio de un importante despliegue de seguridad, más de 155,9 millones de electores están llamados a las urnas para elegir alcaldes y concejales en 5.569 municipios.
Son 29 partidos los postulados, para los próximos cuatro años, sólo 103 municipios podrán pasar a segunda vuelta, el 27 de octubre, como exige la ley brasileña, por tener más de 200.000 habitantes.
La seguridad se reforzó en todo él país, especialmente en el estado de Rio de Janeiro, debido a la amenaza de influencia del crimen organizado en la votación, además en 32 ciudades de este estado, se desplegó incluso el ejército.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, también ha prohibido a la Policía Federal de Carreteras, cualquier control en las rutas para evitar que se restrinja, la circulación de los votantes. La portación de armas también está prohibida durante 48 horas, para que los votantes estén libres de cualquier restricción, también en 9 estados se prohibió la venta de bebidas alcohólicas durante la apertura de los colegios electorales. El objetivo es evitar escenarios polarizados y violentos cómo los que vivió el país poco después de las elecciones presidenciales del 2022, cuándo el 8 de enero de 2023, los principales edificios institucionales de Brasilia fueron asaltados por partidarios radicales de Bolsonaro.
El actual alcalde de Altanera, en el estado nororiental de Ceara, Dorimar Rodrigues, del Partido de los Trabajadores, del Presidente Lula, ha denunciado públicamente que algunos candidatos están ofreciendo 10 gramos de cocaina a los votantes a cambio de su voto. «Ésto es un desastre para la sociedad», dijo. En solo cinco dias, la Policia Federal incautó en Ceara, un total de 1,6 millones de reales en efectivo, sospechosos de ser utilizados para comprar votos. Y así también está en tela de juicio como se repartió el dinero del financiamiento electoral para las campañas de los distintos partidos políticos.
En cuánto a las tendencias, él Presidente no consigue traducir en popularidad, los buenos resultados económicos, y Bolsonaro ve amenazado su monopolio de la extrema derecha, con el surgimiento de otras opciones.
Lula entró en campaña a última hora para respaldar a su candidato en San Pablo, en un acto sin oradores, debido a la veda, él Presidente recorrió la céntrica avenida Paulista con Guilherme Boulos, que es Diputado por el Partido Socialismo y Libertad, qué se presenta en esta oportunidad con el Partido de los trabajadores.
En Rio de Janeiro Jair Bolsonaro acompañó a su candidato, Alexandre Ramagem.
Pablo Marçal, trás su aparición en San Pablo dividió al Partido Liberal de Bolsonaro, quién en corto tiempo en la política, demostró tener ideas y formas aún más extremistas que las del expresidente y logró hacerse entre los favoritos de la gente, consiguiendo así una intención de voto de cerca del 20%, según encuestas, lo que sugiere qué en San Pablo podria haber segunda vuelta el 27 de octubre.
Ahora esperamos el desarrollo de las elecciones, este domingo.