El judaísmo y el sionismo son sinónimos

A partir del fatídico Holocausto, el judaísmo y el sionismo empezaron a caminar de la mano. Se empezó a entender que los judíos debían retornar a su tierra y construir su propio territorio y de tal manera dejar de ser errantes por el mundo.
Durante las ultimas décadas los judíos occidentales han empezado a desvincularse de su identidad que los une a Israel, rechanzando de alguna forma su discurso sionista, lo que significa rechazar la premisa de que los judíos deben tener un estado donde puedan vivir sin ser perseguidos.
Tal vez desde la confortabilidad de sus ciudades en la diáspora no les ha permitido percibir la necesidad de un estado seguro que garantice y asegure a la población que vive en las tierras que fueron recuperadas a partir de 1948, cuando los judíos de esa época volvieron a su tierra.
Es necesario ver más allá de la zona de confort y entender que históricamente los judíos han sufrido persecución, desde las Cruzadas y la Inquisición española, el Holocausto y por último el 7 de octubre, seguido de múltiples guerras que enfrenta Israel con 7 frentes enemigos, por tal razón el sentido y la esencia del sionismo debe permanecer en los corazones, en la mente y en la acción.
El odio hacia los judíos no es solo del mundo árabe extremista, sino de varios grupos, que llevados por la sistemática propaganda palestina, ha desarrollado un odio arraigado hacia este pueblo, por tal razón el sionismo debe permanecer y fortalecerse, no solo para su población, sino para aquellos que ahora están en la indefensión fuera de Israel.
El pueblo judío ha estado presente históricamente y debe garantizar su futuro, tanto en la diáspora como en su propia patria, por lo tanto el sionismo debe ser inherente e intrínseco a la identidad judía, conectarse y enlazarse y de esta manera permanecer invulnerable en el tiempo. Debemos sentirnos orgullosos de ser judíos y sionistas, a pesar del odio del mundo, debemos priorizar y defender nuestra soberanía y nuestra tierra ancestral, debemos agradecer por nuestra identidad, única en el mundo y debemos sentirnos seguros, ya que a pesar que el mundo esté contra nosotros, tenemos de nuestro lado al Creador del Universo, al Único Dios Eterno e Indivisible que vela por nosotros hace miles de años y nos ha prometido, no solo la tierra que recuperamos, sino ser luz en las naciones, ahora y para siempre.

Karla Gaona
Con información de agencias