Estamos transitando los últimos días de este 2025, y lo cierto es que este año el mundo entero ha sido testigo del rápido avance de una tecnología que promete ser revolucionaria: la Inteligencia Artificial (IA).
Comenzando por ChatGPT y continuando con Gemini y Grok, por mencionar ejemplos, hemos visto cómo estos chatbots son capaces de generar respuestas a nuestras preguntas, generar textos, imágenes y hasta videos de todo tipo. Redactar un informe laboral se ha vuelto cosa de unos pocos minutos.
La IA promete seguir avanzando rápidamente. Pero sin dudas que este año no hubo nadie que no mencionara el tema. Muchos defensores de su uso y otros tantos detractores acérrimos (como quien escribe estas líneas).
Si bien admito que le doy bastante uso a ChatGPT, he sido testigo de ciertos usos que se les dan a estas IAs muy cuestionables, así como también decenas de miles de titulares relacionados con esta nueva tecnología cuya información no tiene ningún tipo de fundamento como si se buscara infundir miedo en la población.
Además, varios medios que hablan sobre este tema, un día dicen una cosa y otro día dicen otra.
Titulares como “Estos son los únicos trabajos que la Inteligencia Artificial no podrá reemplazar”, de eso pasaban a “El único trabajo que la IA no podrá sustituir jamás”. Sin olvidar mencionar la famosa AGI (Inteligencia Artificial General), que amenaza con escapar al control humano, pero a mí me suena a puro marketing, titulares que miles de personas utilizan para lucrar sin sustento alguno.
Millones de empresas invirtiendo en IA prometiendo, en muchos casos, fantasías impracticables. Cosas como esta terminarán en la explosión de la burbuja de la IA (como ocurrió en su momento con las puntocom, en el año 2000).
Otra cosa que se ha visto es el uso de la IA para generar contenido para redes con voces artificiales, lo cual le resta autenticidad y calidad al contenido que se crea para plataformas como YouTube o Instagram, así como el uso de música y canciones generadas por estos algoritmos (que, hasta ahora, no pueden ser usadas con un fin comercial). Una búsqueda en Google deriva en una lista en negrita de información generada por una IA antes de visualizar las webs que muestra el buscador,
También se ha utilizado a este invento, en mi opinión, nefasto para crear videos de personas reales haciendo cosas que, en realidad, nunca hicieron. Un ejemplo que seguro toda la Argentina presenció fue cuando, en épocas de elecciones para legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, se viralizó un video del expresidente argentino Mauricio Macri en donde llamaba a no votar por quien era la candidata de su partido e instaba a todo el PRO a votar por la lista del Gobierno Nacional encabezada por Manuel Adorni. Esto que digo nunca pasó, como todos sabemos.
Cabe mencionar el caso de la educación, donde los alumnos ya directamente delegan sus tareas a la Inteligencia Artificial, bajando aún más la calidad educativa.
¿Qué podemos esperar para este 2026? ¿Aprenderemos a usar esta nueva tecnología como una herramienta, con responsabilidad? ¿O terminaremos delegando a ella todas nuestras decisiones hasta que ella piense por nosotros?
Emiliano Mezzabotta
(ig: @acaemilianomezzabotta)










