La distribuidora BF Paris anunció el regreso de Studio Ghibli a los cines argentinos con un ciclo que comenzará el 7 de agosto con El viaje de Chihiro y se extenderá hasta diciembre. Se proyectarán once películas emblemáticas del estudio japonés, incluyendo títulos dirigidos por Hayao Miyazaki y otros realizadores reconocidos.
Un evento cinematográfico de alcance internacional
A partir del 7 de agosto, las salas argentinas recibirán nuevamente algunas de las películas más influyentes en la historia de la animación. El ciclo, organizado por la distribuidora BF Paris, reúne once producciones del Studio Ghibli, conocido por su excelencia narrativa, estética y filosófica. La apertura estará a cargo de El viaje de Chihiro, ganadora del Oscar en 2003, considerada una de las obras maestras del realizador Hayao Miyazaki.
Un cronograma que de cuatro meses
El ciclo se desarrollará en distintas etapas entre agosto y diciembre. Además del mencionado título de apertura, el 28 de agosto se proyectarán El cuento de la Princesa Kaguya, La colina de las amapolas, Recuerdos del ayer y La guerra de los mapaches. El 16 de octubre será el turno de La princesa Mononoke, mientras que el 6 de noviembre se exhibirán Se levanta el viento, Mis vecinos los Yamada, El Porco Rojo y El regreso del gato. La propuesta finalizará el 4 de diciembre con Kiki: Entregas a domicilio.
Diversidad temática y riqueza estética
La selección de películas refleja el amplio espectro temático del estudio. Desde relatos de fantasía épica, como La princesa Mononoke, hasta narraciones intimistas como Recuerdos del ayer, las historias abordan problemáticas vinculadas al medioambiente, la identidad, la memoria, la infancia, la muerte, el amor y la libertad. Además, el ciclo incluirá películas menos convencionales como Mis vecinos los Yamada, caracterizada por un estilo visual minimalista y un enfoque humorístico propio de la cultura japonesa.
Ghibli y su estilo característico
El fenómeno Ghibli continúa vigente también en el ámbito digital. Recientemente, usuarios de todo el mundo utilizaron plataformas de inteligencia artificial como ChatGPT para generar imágenes con estética inspirada en las películas del estudio. La demanda fue tan alta que las distintas plataformas se saturaron por exceso de solicitudes simultáneas. Este episodio demuestra el valor emocional, artístico y simbólico que la obra de Ghibli conserva entre el público global.