Las promesas hechas al FMI, el gobierno las deja para después de los comicios.
De cara a las elecciones de medio término, Milei debe superar su base del 30% del electorado, teniendo en cuenta qué un grupo de gobernadores busca hacerle frente, para la gobernabilidad de sus provincias.
El 26% adicional del balotage, fué un préstamo de confianza a plazo fijo, qué ya venció. Lo ocurrido la semana pasada en el Congreso Nacional puso al presidente Milei, en su real perfil electoral que tiene, el 30%, sus discursos, sus formas, y él manejo a través de los vetos, a muchos del sector de votos prestados, no les gusta, y lo demuestran.
Milei ve venir a un puñado de gobernadores dispuesto a transitar un camino distintos al suyo y al del kirchnerismo , pretendiendo sacar, qué pensar distinto al Gobierno Nacional, es ser kirchnerista.
Por otro lado, se visiviliza, un esquema de Frente Amplio, impulsado por él salteño Juan Manuel Urtubey.
Él ex gobernador se presenta cómo candidato a senador por su provincia. Otros gobernadores como Nacho Torres de Chubut, fué claro en entrevistas periodiscas sus diferencias con los PRO con peluca y mantiene su frente en la provincia.
Esta semana también la economía dio algunas alertas, el 39% (principalmente bancos) no le renovó la confianza, no aceptó la refinanciación, profirió retirar sus pesos.
El 61% renovó la deuda, las tasas voladoras del 82% secan de pesos la plaza e imposibilitan el crédito. Milei y su equipo económico, saben que luego de octubre deben profundizar las políticas que acordaron con el FMI.
Tienen comprometidas por escrito, una Reforma Previsional, una Reforma Laboral y Privatizaciones.
Pareciera que la sociedad advierte que, desde los extremos, el del presidente no le da un buen presente y él kirchnerismo no le da futuro.