Cuando la inflación baja pero el consumo no, se debe a una crisis económica qué empuja a la pobreza a una gran parte de la población. (Según la definición de algunos economistas).
En Argentina, la inflación ha bajado en los últimos meses, pero él consumo también ha caído. El presidente Javier Milei ha destacado la caida de la inflación cómo uno de los logros de su gestión, pero la crisis económica ha empujado a más de la mitad de la población a la pobreza.
Una inflación baja y estable puede incentivar la inversión, ya que las decisiones económicas más importantes de las personas y las empresas son de largo plazo. La inflación y el ajuste deprimen los ingresos de la población, a niveles que no se observaban desde hace muchas décadas, en la Argentina.
A pesar de ésto, el gobierno profundiza la desregulación, pero el consumo no repunta, y hay remarcaciones arriba de la inflación, cómo, la Educación Privada, los servicios, los alquileres, los alimentos, los artículos de primera necesidad, y comienza el endeudamiento, aunque no quiera, necesita cubrir sus necesidades básicas.
Ésta semana se conocerán los datos oficiales de consumo, sin embargo, datos privados ratifican la senda contractiva del año.
A ésto se le suma que se cayó nuevamente la sesión de la Cámara de Diputados para tratar el presupuesto, los gobernadores presionan porque fueron a muchas la reuniones, pero más fueron los incumplimientos de las promesas. El gobierno se enfrenta por primera vez a un «no se» de sus aliados, pero lo peor es que más del 90% de los ciudadano de a pie, aún no la ven.