El ejército israelí informó que Anas al-Sharif, corresponsal de Al Jazeera, murió en un ataque contra lo que describió como una célula de Hamás en Gaza. Israel lo acusó de participar en actividades terroristas, mientras organismos internacionales piden una investigación independiente.
El ejército de Israel confirmó este lunes que Anas al-Sharif, corresponsal de Al Jazeera en Gaza, murió en un ataque aéreo dirigido contra un grupo que, según las autoridades, integraba una célula armada de Hamás. El operativo se llevó a cabo en las inmediaciones del hospital al-Shifa y provocó la muerte de otros miembros del grupo, cuatro de ellos también eran periodistas.
De acuerdo con el portavoz militar, al-Sharif era “un objetivo de alto valor” que lideraba operaciones de lanzamiento de cohetes contra territorio israelí. Israel afirma haber basado la decisión en documentos e inteligencia recopilada en operaciones previas, aunque estas pruebas no han sido difundidas públicamente.
Las Fuerzas de Defensa de Israel sostuvieron que la acción forma parte de su estrategia para neutralizar amenazas directas contra su población, incluso cuando los responsables se mezclan con civiles o ejercen profesiones como el periodismo.
Al Jazeera, por su parte, denunció el hecho como un ataque a la libertad de prensa y lo consideró un “asesinato selectivo”. Sin embargo, fuentes oficiales israelíes remarcaron que cualquier persona que participe activamente en actos hostiles, sin importar su ocupación, puede ser considerado un objetivo militar legítimo.
Organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Internacional de Prensa pidieron una investigación independiente para esclarecer los hechos, mientras que Israel reafirmó su derecho a la autodefensa frente a amenazas de organizaciones como Hamás.
Según el Comité para la Protección de Periodistas, más de 180 comunicadores han muerto en la actual guerra de Gaza, un conflicto en el que Israel asegura que Hamás utiliza infraestructura civil para encubrir actividades militares, lo que dificulta las operaciones y aumenta el riesgo para terceros.











