A pesar de los recortes presupuestarios implementados por el gobierno nacional, Santa Fe se posiciona como una de las trece provincias que han decidido mantener activa la Educación Sexual Integral (ESI). Este programa, creado a partir de la ley 26.150 sancionada en 2006, tiene como objetivo garantizar un espacio de enseñanza y aprendizaje sistemático que aborde temas clave para el desarrollo y bienestar de las infancias y adolescencias. Sin embargo, su implementación enfrenta importantes desafíos debido a la reducción de partidas presupuestarias.
Desde la asunción del nuevo gobierno, se ha registrado un debilitamiento del Programa Nacional de ESI, lo que ha llevado a la desarticulación en algunas provincias. Según el relevamiento del movimiento federal xMasESI, cuatro jurisdicciones han eliminado el programa y seis lo han redirigido hacia otras áreas, afectando su enfoque original. En contraste, provincias como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires han asegurado su continuidad, aunque con recursos y equipos reducidos.
En el caso de Santa Fe, la ESI sigue siendo parte de la currícula, pero las limitaciones presupuestarias han impactado en la capacidad de realizar actividades y jornadas de formación para docentes y estudiantes. A pesar de ello, la provincia ha continuado ofreciendo cursos virtuales y trabajando desde las demandas del territorio, lo que demuestra un compromiso por sostener el programa a pesar de las dificultades.
Un ejemplo destacado de implementación es la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que ha integrado la ESI de manera transversal en su propuesta académica, asignando presupuesto propio para su desarrollo. Además, la UNR colabora activamente con planes de estudio, actividades de sensibilización y apoyo a las problemáticas que surgen en las instituciones educativas.
La ESI ha demostrado ser una herramienta clave en la prevención del abuso infantil y en la promoción de valores como el respeto, la igualdad y la comprensión de las diversidades. Numerosos casos de abuso han salido a la luz gracias a los espacios de confianza creados por el programa, y su impacto positivo ha sido reconocido por docentes, activistas y especialistas.
No obstante, la continuidad de la ESI enfrenta amenazas debido a discursos políticos que buscan deslegitimarla. Docentes como María Laura López, del departamento de Vera en Santa Fe, enfatizan que la información y la reflexión son esenciales para contrarrestar estas posturas y proteger derechos alcanzados con mucho esfuerzo.
A 18 años de la sanción de la ley, la Educación Sexual Integral sigue siendo una herramienta indispensable para garantizar el bienestar y el desarrollo de las nuevas generaciones, aunque su implementación depende cada vez más del compromiso local y provincial frente a las adversidades.
