En las calles de Rosario, un fenómeno peculiar llama la atención de conductores y peatones: hileras de autos estacionados con sus limpiaparabrisas levantados. Este gesto, aparentemente inofensivo, esconde un entramado de prácticas y teorías que despiertan el debate ciudadano.
¿Por qué los cuidacoches levantan los limpiaparabrisas?
En la cortada Ricardone, el pasaje Poeta Fabricio Simeoni y otras zonas céntricas, esta escena se repite. Según Diego Herrera, secretario de Control del municipio, los cuidacoches utilizan esta técnica como señal para indicar que un auto será o ha sido lavado en la vía pública, práctica que está formalmente prohibida. “Cuando detectamos esto, procedemos al secuestro de baldes y realizamos actas de infracción”, aseguró.
Sin embargo, no todos coinciden con esta explicación. Algunos ciudadanos y trabajadores del sector creen que el levantamiento de limpiaparabrisas funciona como un sistema de códigos entre los cuidacoches y los propietarios de los vehículos. Por ejemplo, podría señalar a aquellos conductores que ya han pagado por el servicio o que mantienen un arreglo regular con los cuidacoches de la zona.
¿Zona liberada o posible amenaza?
Otra teoría más inquietante sugiere que los limpiaparabrisas levantados podrían ser una marca para señalar zonas «liberadas» de controles municipales. Un cuidacoche del centro de Rosario afirmó que este gesto funciona como un acuerdo implícito con los inspectores de estacionamiento medido, quienes evitan revisar los vehículos en determinadas áreas controladas por los cuidacoches.
Asimismo, algunos ciudadanos especulan que un único auto con el limpiaparabrisas levantado podría estar “marcado” como objetivo de robo, aunque esta idea no ha sido confirmada por las autoridades.
Opiniones divididas
La práctica genera reacciones diversas. Mientras algunos la consideran un abuso de poder y una invasión a la propiedad privada, otros la ven como una molestia menor en un sistema urbano que ya enfrenta problemáticas mayores, como el alto costo de los estacionamientos.
En las redes sociales, la indignación es palpable. “¿Por qué tienen que tocar mi auto? Esto es inaceptable”, opinan algunos usuarios. Mientras tanto, el debate sobre la regulación o prohibición del trabajo de los cuidacoches en Rosario sigue abierto, dejando en evidencia la tensión entre quienes consideran su actividad necesaria y quienes la ven como un problema a resolver.
El trasfondo de una práctica urbana
Más allá de los limpiaparabrisas levantados, esta situación pone en evidencia la falta de regulación clara sobre el trabajo de los cuidacoches y el manejo del espacio público. En un contexto donde la convivencia urbana enfrenta constantes desafíos, el diálogo y la búsqueda de soluciones parecen ser las únicas respuestas posibles para esta controversia.
